24 de noviembre de 2014

NUEVO PROYECTO DE COLABORACIÓN CON LA CULTURA SANI EN LA SELVA. ECUADOR



Durante el pasado mes de Octubre tuvimos la oportunidad de compartir impresiones y parte de nuestra jornada en el Parque Nacional Yasuni en la selva amazónica de Ecuador con individuos de la cultura Sani. Sani Isla es una comunidad Kichwa asentada en las riveras del río Napo, su territorio se encuentra entre la Reserva Faunística Cuyabeno y el Parque Nacional Yasuní, de hecho una pequeña parte de las 37.000 hectáreas que conforman la comunidad se encuentra dentro del Parque Nacional del que todos sus habitantes se siente muy orgullosos.

Se llega a la isla por el río pasando saladeros de loros en las orillas y algunos de los pozos petrolíferos que el gobierno ecuatoriana y empresas europeas y americanas explotan en estas tierras y que tantos quebraderos de cabeza esta dando a todas las comunidades indígenas de la zona. Ha reproducido en esta isla sus métodos tradicionales de vida y se adaptan a las nuevas formas de ser y de hacer de una economía global pero intentando conservas su idiosincrasia.


La amazonía del Ecuador vive todavía la la oscura historia del petróleo . Las primeras afectaciones se dieron con las concesiones a partir de la década del 60 a la transnacional TEXACO hoy Chevron, y posteriormente a empresas como Repsol, Agip, la estatal CEPE actual Petroecuador EP y otras, las que en el transcurso del tiempo recibieron miles de hectáreas de territorio amazónico para la exploración y explotación petrolera.Miles de hectáreas que tenían dueños y que el gobierno y las compañias expropiaron sin escrúpulos.

Desde que se inició la era petrolera, las poblaciones amazónicas han tenido que enfrentar los múltiples efectos generados por esta industria, tanto en su salud, sus sistemas productivos y su tejido social. Desde el inicio de esta actividad extractiva, el país ha visto desaparecer dos pueblos indígenas, los Tetetes y los Sansahuaris, sin embargo han sido pocas las políticas públicas que respeten y cumplan con los derechos de los pueblos y nacionalidades de esta región del país; y como consecuencia de este inadecuado manejo, hoy vemos cómo la contaminación generada por la compañía TEXACO continúa cobrando víctimas inocentes. Estos proyectos comunitarios son un arma con el que las culturas locales intentan defenderse de estas agresiones.


Las compañías hacian míseros y ridículos regalos como canchas de fútbol, sacos de arroz y azúcar, balones y por supuesto alcohol para pagar esos territorios y poder explotarlos. Pero se olvidaban de los mejores regalos que pueden recibir estos pueblos como hubieran sido el acceso a la educación, rescate y respeto de la cultura, cuidado de la salud y unidad de la población.

Sani Isla es una comunidad Kichwa asentada en la rivera del Río Napo, Bloque 12 -otrora Bloque 15- (en los mapas del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables del Ecuador). Un pueblo reducido a un número ¿que les parece?.

Esta comunidad ahora está rodeada por los campos petroleros Pañacocha, Edén Yuturi y Limoncocha. Una misera isla en un territorio cada día más explotado. Pero la comunidad misma va a poner su freno y su lucha ya está en marcha hace años.

A la comunidad viene a estudiar todos los niños sani repartidos por pequeñas islas del río y comunidades selva adentro. Todos progresan para poder asentar su cultura sin necesidad de ayudas externas. Todos están orgullosos de lo que son. Cuando les visitamos nos enseñaron su modo de vida y sus formas de hacer y compartimos con ellos esas vivencias. Y esa es su arma más elemental, la educación y la resistencia a través de la adaptación a los nuevos tiempos que, obligatoriamente, les han introducido.

Al marchar, el profesor de los mayores nos comentó, que para ellos sería un avance poder disponer de algo de tecnología con la que acercar a esos chavales algo más del exterior y como forma de asentar los conocimientos que en esta escuelita si les iba a aportar en su educación. Nos escribieron en la pizarra "Necesitamos ordenadores". Y como cuando se quiere se puede, nuestros grupo de expedicionarios de Viajes Paco compuesto por Ofelia, Anton, Alfredo, Paz, Pili, Reme, Kalu y Carmen se puso manos a la obra y a la llegada a Quito, con la estimable ayuda de nuestro buen amigo Edison, compraron los equipos necesario, los llenaron de programas que les sirvieran a todos, y tras una ardua travesía de regreso por el río, hoy ya dispone de esos ordenadores en el colegio.

Una simple gota de agua en un río gigantesco, un pequeño esfuerzo para la comunidad, pero que de bien seguro van a hacer servir en ese remoto lugar de Ecuador, en al selva amazónica. GRACIAS AMIGOS DE ECOWILDLIFE por vuestra generosidad. Con ellos vosotros y nosotros , ESTAMOS CON LOS SANI EN LA LUCHA.

2 comentarios:

  1. Que poquito hace falta para ver sonreir a los niños de la comunidad Sani. Nos han dado una gran lección

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    1. y vosotros mis queridos viajeros sosi un ejemplo tambien a seguir, debemos todos estar comprometidos en la lucha aunque sea con pequeños esfuerzos. Un beso Reme

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