18 de septiembre de 2013

Los cérvidos europeos IV: El Gamo



Recorremos una de las maravillosas fincas de la sierra de Andújar en busca del lince ibérico (Lynx pardellus). Quedan pocos lugares en el mundo como este, en plena Sierra Morena, donde el bosque mediterráneo mantiene en gran medida todo su antiguo esplendor. En el camino hemos dejado atrás el viejo nido en árbol de la tímida cigüeña negra (Ciconia nigra). Los muflones (Ovis musimmon) se alimentan en los comederos de los toros bravos. La loba (Canis lupus signatus) ha criado a su prole en la vieja lobera, a pocos cientos de metros del cagarrutero del lince. Las grandes egagrópilas bajo la copa de la encina delatan el posadero del águila imperial ibérica (Aquila adalberti).La pareja del buitre negro (Aegypius monachus) nos sobrevuela. Al superar un recodo del camino, a la sombra de las enormes piedras graníticas, que aquí  llaman “saliegas”, el mismo monte parece cobrar vida cuando un grupo de machos de gamo (Dama dama) que descansa allí, se alertan y huyen de nuestra presencia.

Ante el maravilloso mimetismo del gamo, nadie diría que esta especie puebla el bosque mediterráneo por capricho del hombre. Desaparecido de las tierras ribereñas del Mediterráneo durante las glaciaciones, la belleza de este cérvido es el motivo por el cual, desde la Antigüedad, el hombre ha ido reintroduciendo al gamo en Europa, rescatándolo de sus reductos en Oriente Medio. Su docilidad, su bonita librea moteada, las cuernas en forma de pala de los machos o el elaborado escudo anal blanco y negro, le han hecho merecedor de la admiración del hombre, que lo mantiene como ornamento en parques y jardines o en cotos de caza, con fines cinegéticos. Una especie cercana, el gamo persa (Dama mesopotamica), se creyó extinta hasta que se descubrieron unos cuantos ejemplares en zonas remotas de Iran.

El gamo es un ciervo mediano y gregario. Protagoniza un celo semejante al del ciervo (Cervus elaphus), llamado “ronca”. Donde coincide con su pariente mayor, la “ronca” comienza inmediatamente después de la “berrea”, a principios de otoño. 

Un hermoso e interesante animal que podemos observar en nuestros tours por Doñana, Monfragüe, Andújar o Cazorla.  En ellos podemos descubrir diferentes representaciones del monte mediterráneo donde habita nuestro cérvido más hermoso, acompañado del resto de la gran fauna presente en estos ecosistemas.

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